ARTOPIACONTEMPORANEA
Artopia contemporánea es un espacio crítico hipermundano, transdiciplinario e hipertextual para la difusión de todas las formas, prácticas y/o expresiones de la cultura, la imaginación, la fraternidad y la libertad creativa en el Caribe contemporáneo.
martes, 13 de junio de 2017
!RAUL MORILLA EN LA UNESCO!
miércoles, 22 de junio de 2011
ARTE DE INCERTIDUMBRE MIAMI SANTO DOMINGO 2011
La cuarta edicion del proyecto "Arte de Incertidumbre -Miami Santo Domingo 2011", producido y organizado pòr Edge Zones, plataforma de producción y proyección del arte contemporáneo basada en el Wynwood Art District de la ciudad de Miami y dirigida por la reconocida artista dominicana Charo Oquet, se estará desarrollando los días jueves 23 y viernes 24 de junio en los espacios abiertos del Museo de Arte Moderno con la participación de destacados artistas nacionales e internacionales.
Bajo el titulo “Caos y Conclusión”, la cuarta edicion "Arte de Incertidumbre/Miami- Santo Domingo 2011" es una propuesta curatorial de carácter experimental que incluye intervenciones efímeras, instalaciones, dibujos, fotografías, performance, videos, arte sonoro, multimedia y otras expresiones de las nuevas practicas contemporaneas. Ademas de Charo Oquet, la cuarta edición de "Arte de Incertidumbre -Miami Santo Domingo 2011" cuenta con el apoyo curatorial de cvritico de arte Amable Lopez Melendez, curador jefe del Museo de Arte Moderno y del artista Eliu Almonte, coordinador de los encuentros internacionales de performance(CHOCOPOP, Acciones de Otoño e INDEPENDENCE-POP) en Puerto Plata .
Entre los artistas participantes de "Arte de Incertidumbre/Miami- Santo Domingo 2011" destacan Iris Pérez, Eliu Almonte, Patricia Castillo-Patutu-, Ivan Toth Depena(Miami), Caryana Castillo, Elvin Díaz, Marla Lalane, Erick Caamaño, Dany Ledesma, Ingrid Madera, Jochi Muñoz, Charo Oquet(Miami), Marron Oscuro-Carlos de la Rosa-, Natalia Ortega, Katherine Pereira, José Pión, Grimaldy Polanco, Manolo Rodriguez Vidal, Emely Sabino, Nancy Vizcaino, Katherine Castro y Laura Guerrero.
“La propuesta de “Caos y Conclusión nos refiere a las complejas problemáticas económicas, migratorias, culturales y espirituales que confronta la condición humana contemporánea a nivel global. En este contexto, las propuestas artísticas y curatoriales emergentes “abordan la relación y las comunicaciones entre el individuo y la colectividad, estableciéndose como respuestas creativas, inteligentes, espontaneas y precisas ante los efectos directos e indirectos de las presiones económicas y politicosociales del muendo actual”, sostiene Charo Oquet, directora de Edge Zones y principal curadora del evento.
“Caos y Conclusión explora las multiples formas en que las acciones, ritos y mitologías de la cotidianidad pueden afectar las circunstancias actuales o trazar nuevas pespectivas existenciales, sentimientos, emociones e ideas individuales. Afectar, no en el sentido romántico como catarsis, prometido a menudo por el arte moderno, sino como el potencial para la experiencia interpersonal incorporada que puede sugerir el próximo posible paso dentro de una visión mucho mas amplia o expansiva”.
Edge Zones es una organización sin fines de lucro, situada en Miami, Estados Unidos. Su programación abarca una amplia gama de los medios contemporáneos del arte, incluyendo fotografía, instalación, pintura, el performance, el arte sonoro, escultura, y vídeo. La diversidad de sus exposiciones mensuales aumenta y consolida el conocimiento de las prácticas artísticas contemporáneas y sus audiencias. Esta diversidad crea profundidades múltiples de interacción que sirve como catalizador para la creación de una comunidad artística global
domingo, 9 de enero de 2011
Limber Vilorio “YIPETOCRACIA” o sobre los rituales de la violencia en el espacio urbano dominicano de la posmodernidad
AMABLE LOPEZ MELENDEZ
Asimismo, Daniel González Xavier, Director del CCE en Santo Domingo, apunta que en esta impactante muestra “Limber Vilorio expone sus multifacéticas obras visuales que componen un dialéctico sistema de propuestas crítico-experimentales en las cuales se destacan piezas tridimensionales, video-instalación, series pictóricas basadas en técnicas de collage, y un riguroso armamento estético conceptual”…
En efecto, “Yipetocracia” es una entrega excitante en la que Limber Vilorio vuelve a demostrar los altos niveles de depuración formal y elaboración simbólica con que aborda algunos aspectos “estructuralmente sensibles” de nuestra sociorealidad, llegando a deconstruir con lucidez admirable las mismas contradicciones identitarias que “definen” el estado actual de la “conciencia nacional”. En la exposición destacan varios dibujos, instalaciones, esculturas y una propuesta multimemedia que propicia la interacción de los espectadores. El titulo de dicha propuesta es “La ciudad interior”. Aquí Limber Vilorio utiliza las presentaciones en “PowerPoint” que se envían y reenvían masivamente por los correos electrónicos.
“Es uno de los sistemas más estandarizados y populares para comunicar las emociones…Me interesa el proceso en que surgen y cómo se van enriqueciendo, cómo van imprimiendo un estilo en la red, cómo le llegan a la gente, los reenvían y pueden canalizar los miedos, las frustraciones, las creencias, hasta crear un distanciamiento físico, un distanciamiento espacial, un distanciamiento emocional de las personas hacia este tipo de comunicación mediática. Me interesa este tipo de comunicación porque los PowerPoint son muy sencillos, es algo que a todos nos llega como un “intruso” por nuestro correo electrónico, pero creo que tiene un potencial de investigación social y artística muy importante”.
En la muestra destaca “Estructuras del Poder”, formidable políptico bidimensional compuesto por dibujos sobre plexiglás donde los efectos del fondo-el muro- cambian con la luz al mismo tiempo que opera efectivamente como propuesta instalativa “tridimensional”. Vilorio inició esta serie mientras participaba de una “Beca-Residencia” en la Casa de Velázquez, Madrid, España (2008). “Es una obra que me gusta mucho particularmente, ya que en ella hago una síntesis de todo mi trabajo a nivel pictórico”.
Sonidos de “alerta roja”, estallido intermitente de “Sirenas” y luces “apocalipticas”, advirtiéndonos la inminente colisión de la suavidad de lo carnal-el cuerpo “plástico”, orgánico y flexible-con los fríos y cortantes metales de la “maquina paranoica”; con las reproducciones alienantes de la producción. Siluetas de figuras fragmentadas, objetos, maquinas, instrumentos e imágenes mutantes. Dibujos como “calcomanías” de armas de fuego, animales (tiburones, elefantes, jirafas, águilas, hipopótamos), extremidades y anatomías despedazadas. Automóviles, “Yipetas”, signos y símbolos desquiciantes y expansivos que transparentan el absurdo cotidiano y los rituales de la violencia en el espacio urbano dominicano de la posmodernidad.
En estos polípticos cristalinos, Limber Vilorio utiliza el dibujo a la tinta sobre plexiglás y logra establecer un juego alucinante de diferentes planos visuales como “pieles traslucidas” que se combinan mediante el elemento común de la transparencia. En un “primer plano” frontal destaca en cada pieza la resina de poliéster, luego actúa el dibujo, con cada imagen dibujada, recortada o pegada como pieza única y finalmente “aparece” el plano del soporte (plexiglás), la sombra proyectándose fantasmaticamente desde el muro.
En el vídeo “Sin salida”, el juego de los multiples planos visuales imprevistos como resultado de la proyección de la imagen en movimiento sobre el mismo dibujo en plexiglás. La idea de este juego de efectos y sutilezas visuales es la provocación del espectador de manera que sea atraído por el brillo del color y por los efectos de tridimensionalidad que resultan del entrecruce de planos. Entonces sucede el “descubrimiento” de los detalles y de la advertencia del drama social que constituye el motivo esencial de la esplendida carga lúdico-reflexiva que signa la producción reciente de Limber Vilorio.
“Esta obra habla sobre las estructuras del poder, que son casi imperceptibles. Me interesa mostrar esta investigación, a través de las transparencias y cómo se pueden ver en la sombra, con la acción de la luz, cómo únicamente de esta manera se pude desvelar lo que estas transparencias encierran. Es como el mismo poder, que solamente por la acción de algo se puede descubrir sus mecanismos de manipulación en la sociedad”.
EN SINTESIS
Limber Vilorio Villanueva nació en Santo Domingo (1972). Estudió Artes en la Escuela Nacional de Bellas Artes y Arquitectura en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. Entre sus principales reconocimientos destacan: Primer Premio de Escultura, XIII Bienal Nacional de Artes Visuales (2005) y Segundo Premio de Escultura y Tercer Premio de Instalación, XXII Bienal Nacional de Artes Visuales (2003). Ha presentado exitosamente sus obras y proyectos en importantes museos, galerías, centros culturales y eventos artísticos internacionales, tales como Museo del Barrio, Nueva York; lX Bienal de La Habana, Cuba; Parc de La Villete, París, Francia; Casa de Velázquez, Madrid, España; Festival LOOP, Barcelona y Galería Raquel Ponce, Madrid, España. La relación entre el sujeto-peatón- y la maquina-automóvil se establece como el leitmotiv mediante el cual Limber Vilorio materializa sus brillantes investigaciones visuales sobre las estructuras y dinámicas del poder en el espacio urbano contemporáneo. Actualmente reside y trabaja entre Madrid y Santo Domingo.
domingo, 2 de enero de 2011
Vitalidad y autosignificado de la obra de arte contemporánea
Luís O. Brea Franco nos advierte lucidamente que: “Las obras de arte contemporáneas manifiestan la propia autodestrucción significativa del mundo contemporáneo, en una orgía de libertad, verdad, y autoconocimiento. Y esto lo alcanzan no solo con la manifestación de la presencia, sino con la de su ausencia, con lo obtuso, lo insignificante, lo ininteligible y lo ininteligente. Con ello, avanza una presencia-ausencia, destructora del mito de la realidad objetiva, vigente hasta nuestros días” (Preludios a la Posmodernidad, Sto. Dgo. 2001, p.84).
Practicar la imaginación como hecho solidario. Resistir la seducción de la industria del espanto y de los rituales hedonistas del Cyborg deslumbrado. Promover los ideales de justicia, respeto y dignidad entre todos los seres humanos. Proteger los santuarios naturales, los espacios culturales sagrados y patrimoniales. Crear y fortalecer las vías alternativas de intercambio cultural entre los pueblos, tales como la danza, el teatro, la música y las distintas manifestaciones del arte contemporáneo, así como celebrar el fuego vital, la capacidad de auto-determinación de la gente y sus habilidades para ampliar los lenguajes, la diversidad cultural y espiritual de la poshumanidad.
domingo, 26 de septiembre de 2010
Jean Girigori en la Galeria Nacional de Bellas Artes
Areito Arte Contemporaneo 180910
jueves, 22 de julio de 2010
Nueva mirada sobre la posmodernidad artística dominicana
ARTE CONTEMPORÁNEO
Por: AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
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La reflexión crítica en torno a las definitorias, implicantes y significativas claves de la posmodernidad artística dominicana, sigue siendo una tarea pendiente. Desde mi particular punto de vista, en la República Dominicana, el proceso transitorio desde el final de los 31 años de la espantosa tiranía encabezada por Rafael L. Trujillo (1961) hasta la llamada “vuelta a la democracia” (1966) a penas registra su penúltimo “cierre” con los resultados de las elecciones de 1978.
La dictadura ilustrada del Dr. Joaquín Balaguer es finiquitada por la victoria del Partido Revolucionario Dominicano, llevando a la presidencia al empresario Antonio Guzmán Fernández, quien cometería suicidio en plena posesión del cargo (1982). Tales resultados, tocarán sensiblemente, entre otras problemáticas, a las prácticas políticas, ideológicas, culturales, artísticas, poéticas, cognitivas y espirituales en nuestra sociedad.
Hacia finales de la primera mitad de la década de los 70 del siglo XX, la tasa de crecimiento económico de nuestro país asciende hasta un 12% anual, una de las más alta en América Latina. Entre 1966 y 1971, la inversión supera los U$1,000 millones. En 1975, los precios del azúcar, principal producto de exportación, se disparan en el mercado mundial y al siguiente año, nuestro país tendrá el máximo nivel de ingreso de divisas en su historia económica contemporánea.
Pero, entre 1966 y 1974, más de tres mil dominicanos pierden la vida en hechos de violencia política. Persecuciones, asesinatos de jóvenes y comunicadores en plena calle y dentro del propio hogar. El país era otra vez de los caciques militares, la “banda colorá” y las turbas “incontrolables”; el “caliesaje”, los “casconegros” de la policía represora y homicida; los míticos MPD y “socialpistolas” de la izquierda marxista-leninista, más “naive” que “josca” o cimarrona… Siempre feliz y desubicada.
Instantes de guerrillas desembarcando en Caracoles. “La muerte en el combate” (Vásquez.) del Coronel de Abril, la impecable inmolación de Amaury, los Palmeros, Sagrario y el martirio estudiantil en la UASD. Luego vendrá el exilio, la fuga, la nostalgia intramuros desde la Zona Colonial por “el café de las cinco en la Calle el Conde” (Rene del Risco Bermúdez), la “nueva trova cubana” y “7 días con el pueblo”. Instantes de los sueños “al borde del asombro” (Francisco-Paco Rodríguez), la más bella Utopía en el Caribe, “Cuba, territorio libre en América...la revolución al doblar de cualquier esquina en la “ciudad romántica”, esta vez con todos sus fantasmas y poetas que sí se suicidaban.
En esta etapa, la clase media crece y se percibe el brote de una instintiva “estrategia del gusto” ante el producto artístico en Santo Domingo. En el aspecto específico de la socialización de nuestra producción plástica, el clímax de las nuevas mitologías y estrategias del gusto de la modernidad cultural occidental, expresado en la vertiginosa articulación y expansión del mercado internacional, encabezado por las grandes casas de subastas, impacta, precisamente, los inicios de nuestra pequeña industria de la representación cultural.
Ya hacia mediados de los 80, ese impacto determinará una cierta “cotización” de la obra y la misma consagración de los artistas de los años 40, 50 y 60, así como una sorprendente multiplicación de los nuevos creadores. Son los efectos identitarios de un absurdo expansivo y desquiciante: esperanzador proceso de transformación de una paradisíaca “República Bananera” en un mixtificado, hipermimético, “transparente” y posmoderno espacio social “urbanoagrario” (Denis Mota Álvarez).
Tales antecedentes, habrán de signar las múltiples visiones y lecturas del “turbión psicohistórico” dominicano de las últimas cuatro décadas. Es decir, la paradoja, el espanto y la tragedia que experimenta el país en los instantes del despegue de su proceso de desarrollo económico, de su “renacimiento” cultural y de la “ruptura epistemológica” que habrá de situarnos al filo de “la condición posmoderna”. En ese sentido, si acaso existiera la posibilidad de una lúcida crónica o intento de deconstrucción crítica de la polisíntesis/y o posmodernidad dominicana, quizás no sea mala idea buscar estas claves en los signos especulares que nos depara el entrecruce de los múltiples caudales reactivadores de nuestro fabuloso laboratorio etnogenético, en las fascinantes riquezas de la policromía interracial, en el ritmo y la solidaridad populares. Así, talvez podamos “escapar” a la terrible amnesia colectiva que profundizan las escisiones ontológicas y ancestrales de nuestra memoria identitaria.
Otras claves estarían cifradas en la constante máxima de “fuga y aglutinación/migración y retorno” (Tony-Yaguari-de Moya), en la vigencia de las perversas prácticas autoritarias y en la misma riqueza material que hoy ostentan amplios sectores de la clase política y el empresariado.
Asimismo, una mirada penetrante de la expresión del y/o lo dominicano a través de la imagen, reclamaría una puntual apreciación de la extraordinaria voluntad de “prosperidad” espiritual, materializada, de manera hermosa y cristalina, en los efectos trascendentales de la relación “vida y obra” que aportan los más auténticos exponentes del arte dominicano de la posmodernidad.
Hacia el inicio del tercer período del primer balaguerato (1966-1978), por distintas vías, búsquedas y motivaciones, una serie de creadores, hoy consagrados y responsables del aporte de valores legítimos y paradigmáticos a la producción plástica dominicana contemporánea, se establecen en ciudades culturalmente importantes de Europa y EE. UU.: Clara Ledesma, Eligio Pichardo, Antonio Toribio, José Perdomo, Bismarck Victoria, Dionis Figueroa, Freddy Rodríguez y Adolfo Piantini (Nueva York); Darío Suro (Washington, DC.); Silvano Lora, Iván Tovar, Vicente Pimentel, Fernando Peña Defilló (París/Madrid); José Rincón Mora (Munich); José García Cordero y -más adelante-Víctor Ulloa y Radhamés Mejía (París); Elsa Núñez, Alberto Ulloa, Alonzo Cuevas, Ignacio Rincón Valverde-Kuma y Manuel Montilla (Madrid).
En el caso especifico de los artistas de la “Generación del 70”, una notable legión de ellos emerge dentro de agrupaciones cuyos “objetivos programáticos” subrayan la formación académica, el diálogo intergeneracional, la experimentación con los nuevos medios, lenguajes y recursos expresivos; la reflexión sobre la realidad y hasta la acción social a través de prácticas artísticas, ética, política e ideológicamente comprometidas. Además de asumir una vía alternativa de vinculación entre arte y sociedad, estos grupos continúan la fuerte tradición colectiva que en nuestra historia artística se remonta a grupos como “Los Cuatro”, fundado en 1954 por Jaime Colson, Clara Ledesma, Gilberto Hernández Ortega y José Gausachs…
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Sección: ARTE CONTEMPORÁNEO
Titulo: Nueva mirada sobre la posmodernidad artística dominicana
Autor: AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
Fuente: Periódico Hoy. Areito.
Fecha: Sábado 10 Julio 2010, 8:01 PM.
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