martes, 13 de junio de 2017




!RAUL MORILLA EN LA UNESCO!
AMABLE LOPEZ MELENDEZ
artopia01@gmail.com

                                                   
Como un acontecimiento dfinitivamente significativo para la proyección del arte dominicano contemporáneo a nivel internacional se impone registrar la exposición titulada “La procesión va por dentro”: dibujos, instalaciones y videos del laureado artista dominicano Raúl T. Morilla (1972), inaugurada mediante una performance saturada de bríos renovadores y favorables expectativas para la obra del expositor, la noche del pasado 11 de mayo en el Salón de Actos de la Maison de la UNESCO en París, Francia, gracias a la oportuna iniciativa de la Embajadora Laura Faxas y la efectiva gestión de la artista Arelis Rodríguez 

“Personajes y otras historias para no contar” es el título de la serie de dibujos sobre tela, papel, cartón y papel kraft en diferentes formatos que inicia el núcleo de obras bidimensionales de “La procesión va por dentro. En esta serie, instalada en la central y estratégica sala de la Unesco como especie de un gran políptico de diseño irregular de alucinógenos efectos volumétricos-los soportes tienen diferentes dimensiones-, Raúl Morilla materializa una deliciosa “prosopopeya” imagética que prolifera como “galería crítica” de intrigas, paradojas imagéticas y sujetos de apariencias, facciones y gestuales “trastornadores”. 


La investigadora de origen colombiano Aurora Martínez, responsable de la propuesta curatorial, ha reforzado este mismo componente con una selección de cinco dibujos de gran formato extraídos de la serie “De las pasiones internas y demás catarsis”, precisada mediante una dicción plástica de toque surreal, instinto posexpresionista y tipologías antropológicas cuyos rasgos y gestuales expresivos traslucen sus más recónditas actitudes psicológicas y pasiones placenteras. En estos esplendidos ejercicios dibujísticos, Raúl Morilla logra imágenes a la vez graciosas y estremecedoras con las cuales provoca la reflexión sobre las reacciones y emociones que desatan los cambios de contexto, ambiente, ubicación y circunstancias en las personas migrantes.

Un elemento característico de la práctica creadora de Raúl Morilla es el virtuosismo que alcanza en la combinación de medios alternativos y tecnológicos como las fibras naturales y sintéticas; el diseño, la arquitectura, la fotografía, el video, la iluminación y el sonido. Este elemento ha estado justamente representado en la UNESCO con “Sátiras para la huida”, videoinstalación proyectada en una especie de “prohibido habitáculo” y en la que desfilan unos personajes que “desnudan” y erotizan con espectacular teatralidad sus placeres, angustias y miserias más íntimas. El relato fílmico concluye con las escenas de una marcha o procesión de seres que llevan capirotes, mascarones antigás y sadomasoquistas, puros fetiches con los que el artista evoca la fuerte religiosidad y la dimensión mística del ser humano.
           

El núcleo central de “La procesión va por dentro” está compuesto por la formidable orquestación titulada “Inconclusos relatos de amargas travesías”, compuesta por siete grandes estructuras cilíndricas verticales de tela que cuelgan, soportadas por piernas rojas de fibra de vidrio y cuya colocación, rozando el piso, le aporta una sugestiva y asombrosa sensación de ritmo y dinamismo. La disposición particular de los cilindros, tatuados con imágenes de fuertes trazos, gestos y grafías expresivas, sugiere un bosque o sendero habitado por “personajes” que hurgan y “persiguen” sus disímiles e inciertos horizontes y destinos. 

Respecto a esta misma instalación, Aurora Martínez nos advierte con lucidez: “Morilla se interesa profundamente por entender la experiencia del tránsito durante la búsqueda de los nuevos lugares, específicamente las relaciones interpersonales que surgen más allá de todo y que desdibujan los límites impuestos desde arriba por las fronteras de estado-nación. Su obra exalta ese movimiento, dándole protagonismo a los pies como metáfora de su propia búsqueda del entendimiento del otro, como si visualizándose sobre ellos lograra intuir la experiencia del cuerpo moreno, amarillo, blanco, aceitunado, cobrizo o negro, como la experiencia de su propio cuerpo caribeño y dominicano”…


Arquitecto, dibujante, diseñador, pintor, instalador, escultor y ganador del Gran Premio de la XXVIII Bienal Nacional de Artes Visuales con su videoinstalación “Claustro para el Edén”, en la última decada, Raúl Morilla desarrolla con formidable virtuosismo expresivo excepcional brillantez conceptual una serie de propuestas simbólicas polivalentes de lectura abierta que marcan radicalmente una nueva visión del arte en Santo Domingo donde las imágenes devienen en pensamientos visibles, autenticas reacciones intelectivas, inteligibles y especulares sobre las contradicciones del tiempo, el contexto y las circunstancias que le ha tocado vivir.

Aurora Martínez es una autentica conocedora de la diversidad y vitalidad de la producción artística dominicana contemporánea. Al asumir con esmero y óptimos resultados el trabajo curatorial y museográfico de “La procesión va por dentro”, ella ha correspondido con gran sensibilidad a la profundidad de las preocupaciones humanas que vitalizan las propuestas simbólicas de Raúl Morilla al mismo tiempo que se arriesga y se compromete en la tarea del necesario empoderamiento del arte dominicano contemporáneo en los espacios de resonancia del arte contemporáneo internacional, tal como lo ha hecho esta vez de manera tan admirable y ejemplar en la sede de la Unesco.



miércoles, 22 de junio de 2011

ARTE DE INCERTIDUMBRE MIAMI SANTO DOMINGO 2011



 AMABLE LOPEZ MELENDEZ

Museo de Arte Moderno
Jueves 23 y viernes 24 de junio 2011 de 5:00pm.a 10:00pm.

La cuarta edicion del proyecto "Arte de Incertidumbre -Miami Santo Domingo 2011", producido y organizado pòr Edge Zones, plataforma de producción y proyección del arte contemporáneo basada en el Wynwood Art District de la ciudad de Miami y dirigida por la reconocida artista dominicana Charo Oquet, se estará desarrollando  los días jueves 23 y viernes 24 de junio en los espacios abiertos del Museo de Arte Moderno  con la participación de destacados artistas nacionales e internacionales.

Bajo el titulo “Caos y Conclusión”, la cuarta edicion "Arte de Incertidumbre/Miami- Santo Domingo 2011" es una propuesta curatorial de carácter experimental que incluye intervenciones efímeras, instalaciones, dibujos, fotografías, performance, videos,  arte sonoro, multimedia y otras expresiones de las nuevas practicas  contemporaneas. Ademas de Charo Oquet, la cuarta edición de "Arte de Incertidumbre -Miami Santo Domingo 2011" cuenta con el apoyo curatorial de cvritico de arte Amable Lopez Melendez, curador jefe del Museo de Arte Moderno y del artista Eliu Almonte, coordinador de los encuentros internacionales de performance(CHOCOPOP, Acciones de Otoño e INDEPENDENCE-POP) en Puerto Plata .

Entre los artistas participantes de "Arte de Incertidumbre/Miami- Santo Domingo 2011" destacan Iris Pérez, Eliu Almonte, Patricia Castillo-Patutu-, Ivan Toth Depena(Miami), Caryana Castillo, Elvin Díaz, Marla Lalane, Erick  Caamaño, Dany Ledesma, Ingrid Madera, Jochi Muñoz, Charo Oquet(Miami), Marron Oscuro-Carlos de la Rosa-, Natalia Ortega, Katherine Pereira, José Pión, Grimaldy Polanco, Manolo Rodriguez Vidal, Emely Sabino, Nancy Vizcaino, Katherine Castro y Laura Guerrero.

“La propuesta de “Caos y Conclusión nos refiere a las complejas problemáticas económicas, migratorias, culturales y espirituales que confronta la condición humana contemporánea a  nivel global. En este contexto, las propuestas artísticas y curatoriales emergentes “abordan la relación y las comunicaciones entre el individuo y la colectividad, estableciéndose como respuestas creativas, inteligentes, espontaneas y precisas ante los efectos directos e indirectos de las presiones económicas y politicosociales del muendo actual”, sostiene Charo Oquet, directora de Edge Zones y principal curadora del evento.

Asimismo, la destacada artista y curadora basada en Miami agrega que: “Al intentar responder a los cambios globales y no ser abrumado por ellos-atreviéndonos a  preguntar “¿cuál es mi posición en todo esto?” - es cuando el dialogo y las relaciones que creamos a través del arte pueden tener los máximos alcances y efectos en la transformación de la realidad concreta y los espacios de la incertidumbre. Una de la preocupación dominante es el explorar la noción de “afectar”.  De uso frecuente alternativamente con la experiencia de la sensación o de la emoción, es esencialmente la capacidad de afectar a otros y en cambio ser afectado por ellos.

“Caos y Conclusión explora las multiples formas en que las acciones, ritos y mitologías de la cotidianidad  pueden afectar las circunstancias actuales o trazar nuevas pespectivas existenciales, sentimientos, emociones e ideas individuales.  Afectar, no en el sentido romántico como catarsis, prometido a menudo por el arte moderno, sino como el potencial para la experiencia interpersonal incorporada que puede sugerir el próximo posible paso dentro de una visión mucho mas amplia o expansiva”.

Edge Zones  es una organización sin fines de lucro, situada en Miami, Estados Unidos. Su programación abarca una amplia gama de los medios contemporáneos del arte, incluyendo fotografía, instalación,  pintura, el performance, el arte sonoro, escultura, y  vídeo. La diversidad de sus exposiciones mensuales aumenta y consolida el conocimiento de las prácticas artísticas contemporáneas y sus audiencias. Esta diversidad crea profundidades múltiples de interacción que sirve como catalizador para la creación de una comunidad artística global

domingo, 9 de enero de 2011

Limber Vilorio “YIPETOCRACIA” o sobre los rituales de la violencia en el espacio urbano dominicano de la posmodernidad


 AMABLE LOPEZ MELENDEZ

El Centro Cultural de España, en colaboración con Lucy García Art Dealer, ha presentado una de las exposiciones de arte contemporáneo más espectaculares del 2010 en Santo Domingo. Se trata de “Yipetocracia”, fascinante y efectivo extracto de la producción reciente del destacado artista dominicano Limber Vilorio. Tal como nos advierte el escritor Iván Miura, “Vilorio inicia este proyecto-proceso con las exposiciones “Carros” (2004) y “¿Quien tiró la Yipeta al Mar Caribe?” (2007), presentadas en el Museo de Arte Moderno y ahora lo completa como una trilogía donde profundiza en el automóvil como imagen de la ciudad”. 

Asimismo, Daniel González Xavier, Director del CCE en Santo Domingo, apunta que en esta impactante muestra “Limber Vilorio expone sus multifacéticas obras visuales que componen un dialéctico sistema de propuestas crítico-experimentales en las cuales se destacan piezas tridimensionales, video-instalación, series pictóricas basadas en técnicas de collage, y un riguroso armamento estético conceptual”…

En efecto, “Yipetocracia” es una entrega excitante en la que Limber Vilorio vuelve a demostrar los altos niveles de depuración formal y elaboración simbólica con que aborda algunos aspectos “estructuralmente sensibles” de nuestra sociorealidad, llegando a deconstruir con lucidez admirable las mismas contradicciones identitarias que “definen” el estado actual de la “conciencia nacional”. En la exposición destacan varios dibujos, instalaciones, esculturas y una propuesta multimemedia que propicia la interacción de los espectadores. El titulo de dicha propuesta es “La ciudad interior”. Aquí Limber Vilorio utiliza las presentaciones en “PowerPoint” que se envían y reenvían masivamente por los correos electrónicos.

“Es uno de los sistemas más estandarizados y populares para comunicar las emociones…Me interesa el proceso en que surgen y cómo se van enriqueciendo, cómo van imprimiendo un estilo en la red, cómo le llegan a la gente, los reenvían y pueden canalizar los miedos, las frustraciones, las creencias, hasta crear un distanciamiento físico, un distanciamiento espacial, un distanciamiento emocional de las personas hacia este tipo de comunicación mediática. Me interesa este tipo de comunicación porque los PowerPoint son muy sencillos, es algo que a todos nos llega como un “intruso” por nuestro correo electrónico, pero creo que tiene un potencial de investigación social y artística muy importante”.

En la muestra destaca “Estructuras del Poder”, formidable políptico bidimensional compuesto por dibujos sobre plexiglás donde los efectos del fondo-el muro- cambian con la luz al mismo tiempo que opera efectivamente como propuesta instalativa “tridimensional”. Vilorio inició esta serie mientras participaba de una “Beca-Residencia” en la Casa de Velázquez, Madrid, España (2008). “Es una obra que me gusta mucho particularmente, ya que en ella hago una síntesis de todo mi trabajo a nivel pictórico”.

Sonidos de “alerta roja”, estallido intermitente de “Sirenas” y luces “apocalipticas”, advirtiéndonos la inminente colisión de la suavidad de lo carnal-el cuerpo “plástico”, orgánico y flexible-con los fríos y cortantes metales de la “maquina paranoica”; con las reproducciones alienantes de la producción. Siluetas de figuras fragmentadas, objetos, maquinas, instrumentos e imágenes mutantes. Dibujos como “calcomanías” de armas de fuego, animales (tiburones, elefantes, jirafas, águilas, hipopótamos), extremidades y anatomías despedazadas. Automóviles, “Yipetas”, signos y símbolos desquiciantes y expansivos que transparentan el absurdo cotidiano y los rituales de la violencia en el espacio urbano dominicano de la posmodernidad.

En estos polípticos cristalinos, Limber Vilorio utiliza el dibujo a la tinta sobre plexiglás y logra establecer un juego alucinante de diferentes planos visuales como “pieles traslucidas” que se combinan mediante el elemento común de la transparencia. En un “primer plano” frontal destaca en cada pieza la resina de poliéster, luego actúa el dibujo, con cada imagen dibujada, recortada o pegada como pieza única y finalmente “aparece” el plano del soporte (plexiglás), la sombra proyectándose fantasmaticamente desde el muro.

En el vídeo “Sin salida”, el juego de los multiples planos visuales imprevistos como resultado de la proyección de la imagen en movimiento sobre el mismo dibujo en plexiglás. La idea de este juego de efectos y sutilezas visuales es la provocación del espectador de manera que sea atraído por el brillo del color y por los efectos de tridimensionalidad que resultan del entrecruce de planos. Entonces sucede el “descubrimiento” de los detalles y de la advertencia del drama social que constituye el motivo esencial de la esplendida carga lúdico-reflexiva que signa la producción reciente de Limber Vilorio.

“Esta obra habla sobre las estructuras del poder, que son casi imperceptibles. Me interesa mostrar esta investigación, a través de las transparencias y cómo se pueden ver en la sombra, con la acción de la luz, cómo únicamente de esta manera se pude desvelar lo que estas transparencias encierran. Es como el mismo poder, que solamente por la acción de algo se puede descubrir sus mecanismos de manipulación en la sociedad”.

EN SINTESIS

Limber Vilorio Villanueva nació en Santo Domingo (1972). Estudió Artes en la Escuela Nacional de Bellas Artes y Arquitectura en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. Entre sus principales reconocimientos destacan: Primer Premio de Escultura, XIII Bienal Nacional de Artes Visuales (2005) y Segundo Premio de Escultura y Tercer Premio de Instalación, XXII Bienal Nacional de Artes Visuales (2003). Ha presentado exitosamente sus obras y proyectos en importantes museos, galerías, centros culturales y eventos artísticos internacionales, tales como Museo del Barrio, Nueva York; lX Bienal de La Habana, Cuba; Parc de La Villete, París, Francia; Casa de Velázquez, Madrid, España; Festival LOOP, Barcelona y Galería Raquel Ponce, Madrid, España. La relación entre el sujeto-peatón- y la maquina-automóvil se establece como el leitmotiv mediante el cual Limber Vilorio materializa sus brillantes investigaciones visuales sobre las estructuras y dinámicas del poder en el espacio urbano contemporáneo. Actualmente reside y trabaja entre Madrid y Santo Domingo.

1- La Fauna, Vista de la instalacion en el CCE

domingo, 2 de enero de 2011

Vitalidad y autosignificado de la obra de arte contemporánea


AMABLE LOPEZ MELENDEZ

A la hora de enfrentarnos al análisis de la obra de 
arte contemporánea no debemos confundir su interpretación con especulaciones sobre la psicología particular de la personalidad creadora.
Los efectos de las prácticas artísticas contemporáneas no son únicamente espejo de los deseos, sentimientos y contradicciones de sus autores, sino que más bien operan como transgresiones polivalentes o reacciones metafóricas de extraordinaria vitalidad autosignificativa.

El artista contemporáneo trabaja con lo que tiene a mano, sea un objeto, un fenómeno natural, una estructura arquitectónica, una idea, un ser amado, un amigo o un “desconocido”. Una forma sintetizada, una materia reciclada, una estética y unos signos contaminados. Una historia, una irrealidad. Su mascota, una fruta, una flor, un pueblo, un ecocidio, un suicidio, una risotada, una profecía. Pero esta manera de elección, por más que siga fascinando a los “románticos” del arte contemporáneo, constituye a penas una poética alternativa, un nuevo pretexto para el ejercicio de la imaginación.

Luís O. Brea Franco nos advierte lucidamente que: “Las obras de arte contemporáneas manifiestan la propia autodestrucción significativa del mundo contemporáneo, en una orgía de libertad, verdad, y autoconocimiento. Y esto lo alcanzan no solo con la manifestación de la presencia, sino con la de su ausencia, con lo obtuso, lo insignificante, lo ininteligible y lo ininteligente. Con ello, avanza una presencia-ausencia, destructora del mito de la realidad objetiva, vigente hasta nuestros días” (Preludios a la Posmodernidad, Sto. Dgo. 2001, p.84).
En efecto, traspasando la desconfianza ante la imagen y el significante, la obra de arte contemporánea se nos presenta como reacción liberadora a través de formas, medios y discursos dramáticamente implicantes, llegando hasta la impugnación de las principales iniquidades del presente: autoritarismo, violencia y terror globalizados. En ocasiones, los artistas logran materializar los efectos de estas prácticas estéticas y antiestéticas como fricciones simbólicas de autentica belleza, admirable originalidad y extraordinaria capacidad significativa.

Un ejemplo paradigmático del potencial críptico, crítico y trascendente del arte contemporáneo, sigue siendo el “Guernica” de Picasso. Sobre esta, que es la más célebre obra monumental del genio malagueño, ejecutada en 1937 y actualmente en la colección del Museo Reina Sofía de Madrid, el destacado crítico de arte Marc Montijano Cañellas nos advierte que: “No representa tan sólo el bombardeo de Guernica, sobrepasa esas circunstancias, presenta la tragedia de la guerra, el desafortunado devenir del ser humano. La información sobre hechos concretos es prácticamente inexistente, pero la intensidad del horror y la violencia se respiran al primer golpe de vista, es un cuadro muy perturbador, donde todos son víctimas, tanto hombres como animales. Picasso denuncia la primera gran masacre de civiles de la época contemporánea, un triste precedente que tendrá sonoros imitadores, pocos años después, en la Segunda Guerra Mundial, y que llega hasta nuestros días en pleno vigor”… (Homines. com, 2004)

Las prácticas artísticas comprometidas y sus efectos determinan una nueva dirección de las emociones, ideales y utopías que revitalizan nuestro tiempo. Poéticas cuestionadoras de los fundamentos de la cultura de la muerte. Poéticas corrosivas de los antivalores que proclaman los violentos, depresivos y decepcionados por la irrealización de las promesas de la modernidad, tales como la del ascenso social o las revolucionarias. Atravesados por la ruptura de los pactos solidarios entre géneros, pueblos y naciones.

Practicar la imaginación como hecho solidario. Resistir la seducción de la industria del espanto y de los rituales hedonistas del Cyborg deslumbrado. Promover los ideales de justicia, respeto y dignidad entre todos los seres humanos. Proteger los santuarios naturales, los espacios culturales sagrados y patrimoniales. Crear y fortalecer las vías alternativas de intercambio cultural entre los pueblos, tales como la danza, el teatro, la música y las distintas manifestaciones del arte contemporáneo, así como celebrar el fuego vital, la capacidad de auto-determinación de la gente y sus habilidades para ampliar los lenguajes, la diversidad cultural y espiritual de la poshumanidad.

Antes de Adviento. Después del Apocalipsis: deberíamos orar cada día más lejos de las iglesias y más cerca de las desgarrantes y conmovedoras verdades que nos revela el arte contemporáneo. Apoyar sólo las prohibiciones de todo lo que mata. Ofrendar nuestras mayores y mejores energías creativas en favor de los sectores más íntegros de nuestra sociedad. Organizar mas jornadas de dialogo, “caminatas” y acciones desde la fraternidad. Trabajar más por las minorías que son mayoría: los niños, las mujeres, los ancianos, los silenciados, los despojados de nuestro tiempo y los resueltos baquianos de las próximas generaciones.

Imágenes
1- Guernica. Pablo Picasso.(1937)
2- La Capsula. Instalación de Marcos Lora Read (2009)

domingo, 26 de septiembre de 2010

Jean Girigori en la Galeria Nacional de Bellas Artes



Areito Arte Contemporaneo 180910

AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ

La noche del pasado viernes 10 de septiembre ardera en la memoria de quienes, en Santo Domingo, han tenido la dicha de disfrutar y apreciar de cerca la obra, la trayectoria y la personalidad artística de Jean Girigori, creadora de uno de los universos visuales de mayor vitalidad y fascinación en el panorama de la pintura caribeña de las últimas tres décadas.
Esa noche, María Elena Ditrén y Marianne de Tolentino, Directora del Museo de Arte Moderno y de la Galería Nacional de Bellas Artes, respectivamente, combinaron voluntades y recursos de manera ejemplar, al dejar inaugurada, en el Salón de la Cúpula de la GANBA, una “exposición-homenaje” cuya pertinencia no sólo radica en el hecho de que, desde hace por lo menos dos décadas, la expositora sea considerada por la crítica internacional como la “Pintora Nacional de Curazao”, sino en la misma excelencia del cuerpo expositivo, compuesto por más de 50 obras, entre pinturas en técnica mixta sobre tela y esculturas en cerámica.

Durante el emotivo acto, María Elena Ditren, a nombre del Ministerio de Cultura y del Comité Organizador de la Primera Trienal Internacional del Caribe, hizo entrega de un Diploma de Reconocimiento Especial a Jean Girigori, atendiendo a “la vitalidad y genuinos valores estéticos de su obra pictórica y por sus aportes trascendentales en favor de la difusión de las expresiones artísticas y culturales identitarias de los pueblos del Caribe durante las últimas cuatro décadas”. Asimismo, el artista Hilario Olivo, Secretario General del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos-CODAP-, entrego a la Girigori una placa de reconocimiento por su ejemplar y fructífera trayectoria creativa.

En las encaladas paredes de “La Cúpula” magnífica, acogedora y transparente, se registra esta vez el acceso a una etapa creativa definitivamente esplendorosa en la que siguen “ardiendo” el dolor, el sueño y la poética del compromiso profundamente crítico y esperanzado de Jean Girigori: “Mi arte es para la solidaridad, para el amor y la justicia. Mi arte siempre estará en contra de la desigualdad y en favor de la espiritualidad.

No tengo ningún tipo de admiración por los sistemas políticos contemporáneos, pues todas sus propuestas han sido estériles. Actualmente la economía es un retroceso; el arte y la educación se degradan y las políticas culturales son confundidas por los burócratas infuncionales.

Los políticos modernos se ponen viejos y corruptos antes de terminar su trabajo. Ellos no quieren el talento de la juventud, no quieren el relevo, son practicantes de la hipertrofia social”.

Marianne de Tolentino, nos advierte que “Jean Girigori puede llegar a pintar directamente con el tubo, se convierte en “pollockiana”, y dripping, salpicado, chorreado suman sus efectos emotivos. La pasta, el color, la materia son el lenguaje; su léxico, brusco, provocador, posee una elocuencia dramática. Por otra parte, como en muchos de los buenos pintores caribeños, la pintura de Jean Girigori comunica su esencia y legado afroantillano. No se trata de una negritud superficial y costumbrista, sino de una afirmación étnica, orgullosa, profunda, antropológica…

Se trata de algo interno y orgánico, de una propuesta que prescinde de la anécdota y de la descripción. Sus personajes cargan las vicisitudes de un pasado injusto y cruel, siguen agobiados por una honda tristeza existencial, han hallado la ruta de la sublevación, la denuncia, la revancha. Sin embargo, la obra de Jean Girigori no destila violencia. Alberga y transmite calor humano, a menudo ternura... hasta en las composiciones abstractas. Quien conoce personalmente a Jean Girigori comprende que no podría ser de otra manera”...

Un seguimiento profundo a la práctica creadora y al activismo sociocultural desarrollados por Jean Girigori durante las últimas cuatro décadas, nos permitirá advertir una asombrosa multiplicidad de redes comunicativas a través de las cuales logra proyectar los aportes de artistas, intelectuales, escritores, comunicadores y activistas culturales curazoleños significativos como Frank Martinus Arion, May Henríquez-Álvarez Correa (1915-1999), S.M. KoKo(+)Tony Monsanto, Yuby Kirindongo, Ellen Spijkstra, Tirzo Martha, Elvis Lopes, Bulie van Lewin, Stanley Cras, Nel Cassimiri, Docco Engels, Mavis Delannoy, Pacheco Domacasse, Ruby Figueroa Eckmeyer, Jennifer Smit y Nicole Henríquez.

La exposición homenaje a Jean Girigori estará abierta hasta el 4 de octubre en la Sala de la Cúpula de la Galería Nacional de Bellas Artes, localizada en la Ave. Máximo Gómez con Ave. Independencia, en horarios de martes a sábado de 9: am. 5:00pm.

En síntesis
JEAN GIRIGORI “La pintora del Arco Mágico”, nació en medio del Mar Caribe, el 14 de enero del 1948, de padre curazoleño y madre dominicana. Durante 13 años vivió en Puerto Príncipe, Haití, donde realizó sus primeros estudios bajo la orientación del afamado pintor y escritor haitiano George Paul Héctor (1938-1993). En 1968 realiza su primera exposición en el “Cumbio Studio” de Puerto Príncipe. En 1970 expone de manera colectiva en la República Dominicana (Aerovía Quisqueyana) y al siguiente año en el Montego Beach Hotel, Kingston, Jamaica. En 1972 instala su taller en Curazao. Entre 1977-79 realiza cuatro exposiciones individuales en la Galería Libertas, el Centro pro Arte y el Cultureel Centrum Curaçao. Estudio en la Art Students League, Nueva York, bajo la orientación del artista norteamericano Knox Martin (1978-80). En Nueva York, expone en la Art Students League y en Women’s Art Gallery. Entre 1981 y 1983 retorna a la Art Students League bajo la orientación del escultor José de Creeft. Jean Girigori ha exhibido su obra intensamente en importantes galerías, museos y centros culturales del Caribe, Estados Unidos, Latinoamérica y Europa.

jueves, 22 de julio de 2010

Nueva mirada sobre la posmodernidad artística dominicana


ARTE CONTEMPORÁNEO

Por: AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ

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La reflexión crítica en torno a las definitorias, implicantes y significativas claves de la posmodernidad artística dominicana, sigue siendo una tarea pendiente. Desde mi particular punto de vista, en la República Dominicana, el proceso transitorio desde el final de los 31 años de la espantosa tiranía encabezada por Rafael L. Trujillo (1961) hasta la llamada “vuelta a la democracia” (1966) a penas registra su penúltimo “cierre” con los resultados de las elecciones de 1978.


La dictadura ilustrada del Dr. Joaquín Balaguer es finiquitada por la victoria del Partido Revolucionario Dominicano, llevando a la presidencia al empresario Antonio Guzmán Fernández, quien cometería suicidio en plena posesión del cargo (1982). Tales resultados, tocarán sensiblemente, entre otras problemáticas, a las prácticas políticas, ideológicas, culturales, artísticas, poéticas, cognitivas y espirituales en nuestra sociedad.


Hacia finales de la primera mitad de la década de los 70 del siglo XX, la tasa de crecimiento económico de nuestro país asciende hasta un 12% anual, una de las más alta en América Latina. Entre 1966 y 1971, la inversión supera los U$1,000 millones. En 1975, los precios del azúcar, principal producto de exportación, se disparan en el mercado mundial y al siguiente año, nuestro país tendrá el máximo nivel de ingreso de divisas en su historia económica contemporánea.


Pero, entre 1966 y 1974, más de tres mil dominicanos pierden la vida en hechos de violencia política. Persecuciones, asesinatos de jóvenes y comunicadores en plena calle y dentro del propio hogar. El país era otra vez de los caciques militares, la “banda colorá” y las turbas “incontrolables”; el “caliesaje”, los “casconegros” de la policía represora y homicida; los míticos MPD y “socialpistolas” de la izquierda marxista-leninista, más “naive” que “josca” o cimarrona… Siempre feliz y desubicada.


Instantes de guerrillas desembarcando en Caracoles. “La muerte en el combate” (Vásquez.) del Coronel de Abril, la impecable inmolación de Amaury, los Palmeros, Sagrario y el martirio estudiantil en la UASD. Luego vendrá el exilio, la fuga, la nostalgia intramuros desde la Zona Colonial por “el café de las cinco en la Calle el Conde” (Rene del Risco Bermúdez), la “nueva trova cubana” y “7 días con el pueblo”. Instantes de los sueños “al borde del asombro” (Francisco-Paco Rodríguez), la más bella Utopía en el Caribe, “Cuba, territorio libre en América...la revolución al doblar de cualquier esquina en la “ciudad romántica”, esta vez con todos sus fantasmas y poetas que sí se suicidaban.


En esta etapa, la clase media crece y se percibe el brote de una instintiva “estrategia del gusto” ante el producto artístico en Santo Domingo. En el aspecto específico de la socialización de nuestra producción plástica, el clímax de las nuevas mitologías y estrategias del gusto de la modernidad cultural occidental, expresado en la vertiginosa articulación y expansión del mercado internacional, encabezado por las grandes casas de subastas, impacta, precisamente, los inicios de nuestra pequeña industria de la representación cultural.


Ya hacia mediados de los 80, ese impacto determinará una cierta “cotización” de la obra y la misma consagración de los artistas de los años 40, 50 y 60, así como una sorprendente multiplicación de los nuevos creadores. Son los efectos identitarios de un absurdo expansivo y desquiciante: esperanzador proceso de transformación de una paradisíaca “República Bananera” en un mixtificado, hipermimético, “transparente” y posmoderno espacio social “urbanoagrario” (Denis Mota Álvarez).


Tales antecedentes, habrán de signar las múltiples visiones y lecturas del “turbión psicohistórico” dominicano de las últimas cuatro décadas. Es decir, la paradoja, el espanto y la tragedia que experimenta el país en los instantes del despegue de su proceso de desarrollo económico, de su “renacimiento” cultural y de la “ruptura epistemológica” que habrá de situarnos al filo de “la condición posmoderna”. En ese sentido, si acaso existiera la posibilidad de una lúcida crónica o intento de deconstrucción crítica de la polisíntesis/y o posmodernidad dominicana, quizás no sea mala idea buscar estas claves en los signos especulares que nos depara el entrecruce de los múltiples caudales reactivadores de nuestro fabuloso laboratorio etnogenético, en las fascinantes riquezas de la policromía interracial, en el ritmo y la solidaridad populares. Así, talvez podamos “escapar” a la terrible amnesia colectiva que profundizan las escisiones ontológicas y ancestrales de nuestra memoria identitaria.


Otras claves estarían cifradas en la constante máxima de “fuga y aglutinación/migración y retorno” (Tony-Yaguari-de Moya), en la vigencia de las perversas prácticas autoritarias y en la misma riqueza material que hoy ostentan amplios sectores de la clase política y el empresariado.


Asimismo, una mirada penetrante de la expresión del y/o lo dominicano a través de la imagen, reclamaría una puntual apreciación de la extraordinaria voluntad de “prosperidad” espiritual, materializada, de manera hermosa y cristalina, en los efectos trascendentales de la relación “vida y obra” que aportan los más auténticos exponentes del arte dominicano de la posmodernidad.


Hacia el inicio del tercer período del primer balaguerato (1966-1978), por distintas vías, búsquedas y motivaciones, una serie de creadores, hoy consagrados y responsables del aporte de valores legítimos y paradigmáticos a la producción plástica dominicana contemporánea, se establecen en ciudades culturalmente importantes de Europa y EE. UU.: Clara Ledesma, Eligio Pichardo, Antonio Toribio, José Perdomo, Bismarck Victoria, Dionis Figueroa, Freddy Rodríguez y Adolfo Piantini (Nueva York); Darío Suro (Washington, DC.); Silvano Lora, Iván Tovar, Vicente Pimentel, Fernando Peña Defilló (París/Madrid); José Rincón Mora (Munich); José García Cordero y -más adelante-Víctor Ulloa y Radhamés Mejía (París); Elsa Núñez, Alberto Ulloa, Alonzo Cuevas, Ignacio Rincón Valverde-Kuma y Manuel Montilla (Madrid).


En el caso especifico de los artistas de la “Generación del 70”, una notable legión de ellos emerge dentro de agrupaciones cuyos “objetivos programáticos” subrayan la formación académica, el diálogo intergeneracional, la experimentación con los nuevos medios, lenguajes y recursos expresivos; la reflexión sobre la realidad y hasta la acción social a través de prácticas artísticas, ética, política e ideológicamente comprometidas. Además de asumir una vía alternativa de vinculación entre arte y sociedad, estos grupos continúan la fuerte tradición colectiva que en nuestra historia artística se remonta a grupos como “Los Cuatro”, fundado en 1954 por Jaime Colson, Clara Ledesma, Gilberto Hernández Ortega y José Gausachs…


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Sección: ARTE CONTEMPORÁNEO
Titulo: Nueva mirada sobre la posmodernidad artística dominicana

Autor: AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ

Fuente: Periódico Hoy. Areito.

Fecha: Sábado 10 Julio 2010, 8:01 PM.

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